Simbiosis entre voluntariado y emprendimiento: Lecciones de un camino compartido

Voces del Ecosistema Emprendedor

Presenta a José Valencia

Llevo inmerso en el mundo del voluntariado desde los 14 años, y en los últimos 20, centrando mis esfuerzos en educación, liderazgo y proyectos con impacto social. Estas experiencias me han enseñado que, como el emprendimiento, el voluntariado no es para todos. Requiere voluntad, pasión y una visión clara; tres pilares que también son cruciales en el ámbito empresarial. Este artículo está pensado para ustedes, jóvenes emprendedores de México, que están forjando caminos innovadores y buscando hacer una diferencia.

El voluntariado es una acción voluntaria que impacta en la sociedad, pero va más allá: existe una transformación personal profunda en este proceso. En mi experiencia, especialmente al entrevistar a más de mil jóvenes para la Beca Walton, he visto que el voluntario a menudo aprende más de lo que cree enseñar. Esta es una lección vital en emprendimiento: nosotros, como emprendedores, muchas veces ganamos más en entendimiento y habilidades que los miembros de nuestro propio equipo.

Como juez/revisor voluntario en PAUTA (programa creado por el Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM), he evaluado numerosos proyectos de emprendimiento enfocados en la ciencia, lo que me ha permitido ver de primera mano cómo la innovación y la visión científica pueden transformar comunidades enteras. Esta experiencia reafirma que la voluntad es un símbolo de disciplina que impulsa nuestro motor. Habrá momentos en los que manejarás solo tu proyecto, como un vehículo en un largo viaje hacia un destino que solo tú visualizas claramente. Pero no siempre estarás solo; otras veces, personas con visiones y metas afines se unirán a ti en este viaje.

Recordemos que no todos los días en el voluntariado son ideales. Hay momentos donde todos los planetas se alinean y casi todo lo planeado se ejecuta a la perfección. Pero también habrá días en los que, literalmente, “dormirás en el suelo”, enfrentarás retrasos, o no serás recibido como esperabas. El emprendimiento es muy similar. En mi primera incursión empresarial, invertí 100 mil pesos sin una visión clara, guiado solo por un impulso y yo saber que el recurso estaba disponible. Error. La pasión estaba allí, pero no acompañada de la disciplina necesaria. Aprendí, en solo tres meses, que la falta de visión y disciplina puede desvanecer rápidamente un sueño.

Este paralelismo entre el voluntariado y el emprendimiento es un recordatorio de que ambos caminos, aunque no son para todos, son para aquellos que están dispuestos a aprender constantemente y a adaptarse. Me ha costado aceptar que, así como la educación no es el camino para todos (cuando antes decia que sí, pero entrevistando a Jóvenes del sureste mexicano, mi visión ha cambiado drasticamente), el emprendimiento tampoco lo es. Sin embargo, estas experiencias me han mostrado la verdadera naturaleza del aprendizaje y el crecimiento personal.

Jóvenes emprendedores, el voluntariado y el emprendimiento son más que acciones; son estilos de vida que demandan no solo nuestra energía, sino también nuestro corazón y nuestra mente. Si están listos para embarcarse en este viaje, sepan que será desafiante, pero también inmensamente enriquecedor.

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Tu amigo y mentor,

José D Valencia Hernández, BBA, M.E.T.A (c)

Fundador de Grupo ENAZ, Grupo ENAZ Academy y Red de Voluntarios de Alto Desempeño (Red VoLAD)

Presidente del Comité Internacional de Becas Walton – México 

Consultor, Padre, Profesor, Voluntario Internacional, Emprendedor en Proceso

Visita: www.grupoenaz.com

Mis redes: https://linktr.ee/josevalenciamx

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